Me encanta el mundo, mi mundo.

Puede que sea insoportable, que a veces no pueda parar de gritar y tenga ganas de romper cosas, o tirar la pared. Vale sí, a veces soy así; también puedo llegar a tirarme en la cama y estar dos horas pensando cosas absurdas, o simplemente volar a algún lugar por medio de mi estúpida imaginación. También suelo ser impertinente y contestona, a veces nadie me entiende y me encierro.  Pero también tengo cosas buenas, me encanta despegar el velcro, y cantar con la música a todo volumen, o ponerme los auriculares e ir andando como si fuese un videoclip. Incluso, normalmente, miro por la ventana y me imagino que estoy fuera corriendo hacia el mar... No sé, es extraño verte a ti misma haciendo lo que te gustaría hacer, soñando, pensando, bailando dentro de tu cabeza. Me encanta reír, pero no llorar; al menos si no es de alegría. Me gustan los escalofríos y ver como se me pone la piel de gallina, me gusta que me toquen el pelo.  Me encanta que me pregunten cosas, y más si sé contestarlas. Me gusta estar con mis amigos y olvidarme de todo. Odio la época de exámenes, que me manden y que me incordien y adoro las vacaciones.
Me encanta el mundo, mi mundo.