Crees que todo es perfecto,

...hasta que deja de serlo. De repente se derrumba. Parece que nada podía vencerlo, ni un huracán, pero un simple soplo derrumba todo lo que creías indestructible. Pero lo peor de todo es que se va sin dejar nada por el camino. Aunque... sí, quizás sí que hay algo que ni el más grande de los huracanes podría borrar de tu mente: su recuerdo, esa parte que se ha guardado dentro de ti... su sonrisa, su mirada, su olor, su manera de hacer que le odies pero que al mismo tiempo le quieras como a nadie, su manera de acariciarte el pelo y de hacerte cosquillas por la espalda, los mensajes diciendo que te quiere o sus visitas a la puerta de tu clase. Sus pequeños detalles, tan insignificantes a simple vista pero tan grandes en el interior. Tantas cosas insuperables, y que por mucho tiempo que pase no llegan a destruirse del todo, que siempre estarán allí...